Soy primeriza en esto del embarazo y tengo un alma hiperactiva
Actualizado: 13 oct 2020
Me dijeron, escuché e incluso me reclamaron para que me cuide. ¿Qué es cuidarse? me pregunté. No comas esto ni lo aquello, no hagas esto ni lo otro, te subirá la presión, se te hincharán los pies y millones de miedos, esos miedos que suelen meternos a las mujeres desde que tenemos uso de razón. Esta vez, los agradecí todos y cada uno y solo le hice caso al doctor, quien me dijo “Tu sigue haciendo tu vida normal, incluyendo sexo, deporte y comida. Solo cuídate del covid”, además le hice caso a mi sexto sentido y mi cuerpo, y si me equivoco o me he equivocado, solo será porque yo lo decidí así, hoy ya tengo 7 meses y al parecer no me equivocado.

Comencé mi embarazo con un poco de malestar, algo así como una caña, pero sin a ver bebido ni una gota de cerveza; con una lata enorme de realizar labores, como trabajar y hacer ejercicio, de algún modo me hice el ánimo y retome el entrenamiento en el rodillo de rulo, duré cerca de dos meses hasta que me caí y le tome miedo; recordé que ya no soy solo yo la cae y se golpea, ahora somos dos y Dominga, la personita que me acompaña, es muy frágil.
Así que decidí vender mi rodillo y comprar uno nuevo, uno más seguro y con menos requerimiento de equilibrio y concentración. El proceso de cambio del rodillo demoró cerca de un mes perjudicando mi metabolismo, sumándole además no salir de la casa producto del covid y dejar de realizar largas caminatas diarias; lo que se tradujo en subir 5 kilos en dos meses, dolores insoportables de espalda y síndrome del túnel carpiano, adormecimiento permanente de dos dedos de la mano derecha.

Hasta que al fin llego mi nuevo rodillo y junto con él, algo así como el volver a vivir; sí eso mismo. Me reactive, me auto motivé y recordé que soy más que una mujer embarazada, que no estoy enferma como suelen expresarse todos y recordé las sabias palabras de mi doctor y el reto que me dio por subir 5 kl en dos meses; porque además de pronta mama soy una mujer activa que necesita moverse, sobre todo para soportar esta cuarentena y los millones de cambios que llegaron junto a ella. En fin, retome las pistas del movimiento corporal y me enfoqué en realizar una hora de rodillo, sin apuros, sin querer ganar watts ni kms, solo resistirlo… le llame “paso tortuga” porque como fuera, es un avance.

Mi motivación continuaba, así que baje la aplicación “Baby 2 Body” y agregue a mi entrenamiento algo de fuerza con el propio cuerpo e implementos como balón y cintas elásticas, de alguna forma volví a sentirme bien con mi cabeza, con mi cuerpo y sobre todo con mi salud, los dolores comenzaron a ser musculares y dejaron de ser articulares.
Pero como señalé al principio soy una mujer hiperactiva que vive y goza con el aire libre, así que en cuanto dieron un poco de libertad de movimiento de las cuarentenas, salimos a la calle, por supuesto buscando los lugares y calles más seguros, porque ahora llevo a Dominga conmigo en cada salida y lo más importante hoy es cuidarla, retome caminos planos, aunque en mi primera salida subí mi mitad de pie andino sin dolor ni malestar alguno, siempre suave monitoreando mi frecuencia cardiaca y escuchando mi cuerpo, sus malestares y no superando mi frecuencia cardiaca sobre el 75%.
El domingo recién pasado cumplí 29 semanas, 7 meses de embarazado, nos fuimos al Toyo, una ruta intermedia, llena de repeches y mucho viento, mis planes eran solo llegar al puente y volver; pero requería volver sola… así que preferí acompañar a mi amor y padre de mi Dominga a subir Lagunillas, solo le pedí que estuviera pendiente del celular en caso de emergencia y que no se preocupara por mí, porque yo subiría a mi ritmo, y solo hasta donde pudiera o más bien hasta donde quisiera mi Dominga… subí lento, a “paso tortuga” sin ningún apuro y siempre pendiente de mi cuerpo, descansando cada vez que fuera necesario, tres en total… y así tranquilamente y feliz llegue hasta el km 9 del camino a Lagunillas.
Hoy fuimos a control y mi Dominga está súper bien, creciendo y moviéndose tal como se mueve su madre en bicicleta.
Leslie Vásquez

